En este noviembre de aniversarios en el que estamos atrapados entre la nostalgia de la derecha y la melancolía de la izquierda, y en el que leemos con pesadumbre esas encuestas que nos revelan lo frágil que es la democracia, asistir en la Filmoteca de Andalucía al estreno del documental Que arda la calle , en el marco de Cinema25, ha hecho que me reafirme en mi compromiso con ese proyecto alternativo de humanidad que representa el feminismo. Apenas superado un 20N en el que nos han sobrado tantos motivos para la desesperanza, recorrer una parte de nuestra historia común que para mí, debo confesar, era desconocida, ha sido como reconciliarme con esas alas que, en estos tiempos de zozobra, corrían el riesgo de quebrarse entre la queja y la domesticación. Escuchar a siete mujeres protagonistas de la Córdoba más invisible, cuyas voces son parte de una polifonía que ha sostenido y sostiene la lucha por la igualdad y la no violencia, me hizo salir a las calles frías y prenavideñ...
H ay películas que tienen valor más allá de sus aciertos narrativos o visuales en cuanto nos ofrecen un pedazo de realidad que nos permite ser conscientes del mundo que habitamos. Es el caso de Belén , el largometraje que Argentina ha seleccionado para los Oscar, y que nos recuerda la historia de la mujer del título, que usó ese nombre para escapar de la presión mediática, y que fue condenada en 2014 por homicidio con agravante de parentesco cuando lo que había sufrido fue un aborto espontáneo. Este caso impulsó la "ola verde" de las mujeres argentinas, uno de los movimientos vindicativos más potentes de los últimos años en América Latina, y que llevaría finalmente a que en Argentina se aprobara en 2021 una ley que ampara la interrupción voluntaria del embarazo. La historia de la protagonista, que es a su vez la de muchas mujeres argentinas víctimas y la de todas aquellas que se sumaron a la lucha, es más necesaria que nunca en unos momentos en el que, sin ir más lej...